viernes, 20 de julio de 2012

N: 5. PUSHKAR, UN OASIS DE TRANQUILIDAD EN LA CAÓTICA INDIA.


  
Otra vez usamos el bus para llegar a nuestro destino. Desde Jaipur a Pushkar cuanto hay? “3 horas my friend”… al final fueron casi 5 horas…
Pushkar no estaba en el itinerario original, pero leyendo que es un sitio muy tranquilo, un sitio de peregrinación hindú muy importante, con un lago donde acaban el peregrinaje los indios dándose el típico baño, que en ese lago echaron las cenizas de Ghandi, que el dios hindú Brahma creó el lago lanzando una flor de loto en el lugar (vaya tela…), que los restaurantes sólo ofrecen comida vegetariana, que nada de alcohol, y sólo paz y tranquilidad… pues a que esperamos? pa ya que nos vamos!
Nada más bajarnos del bus… 10 tíos me asaltan a grito pelao para que vayamos a su hotel, la leche!!! Donde está la tan ansiada tranquilidad??? Se pegaban entre ellos, yo no podía andar ni un metro, Estefi mientras fuera del círculo que se había montado alrededor mío (luego me dice que les decía a los que se dirigían a ella, “conmigo no, hablar con él, que es el que decide”) al final conseguimos entrar en el pueblo como podemos y llegar a un sitio que recomendaba la lonley y que estábamos buscando. Elegimos muy bien, está situado justo encima del Ghat de Ghandi. (Los ghats son escaleras que bajan al agua, y es donde se dan los baños sagrados,se sumergen las cenizas en los funerales…en total hay 52 “ghats” en este lago) La verdad es que estaba muy bien situado el hostel, justo enfrente del lago, y nada más llegar ya había gente bañándose y haciendo “puyas” (rezos, oraciones, ofrendas) en el agua. 


No sólo es curioso ver como se lavan, se bañan, hacen los rituales… si no que realmente es chocante ver un inmenso lago rodeado de escaleras con gente bañándose y lavando la ropa de increíbles colores, y mientras, en las escaleras cientos de vacas andando a sus anchas, “pero que hacen aquí?”, claro son sagradas y vienen a formar parte de la liturgia… bueno, eso o que las escaleras están llenas de pienso que las echan para que vayan para allá.
Aquí, sí que se ven ya un montón de vacas por la calle y además todo el día. Para mí, no es que sean sagradas y por eso no las pueden tocar, para mí que los indios las tienen miedo, es la leche, como se acerque una a alguien salen escopetaos. Nada más llegar a nuestro Hostel, estábamos esperando a ser atendidos y se mete una vaca dentro en el recibidor, “anda Estefi, mira que vaca más maja, viene hacia mí, querrá que la acaricie?” “Si esto lo hago yo siempre en el ferial de ganados de Torrelavega”… poco más y me enviste!!!, ella iba por su camino  yo estaba en medio, y como no te quites, te quita ella! y eso hizo conmigo… menudo cabezazo me  dio! 

Lo que veníamos buscando lo hemos encontrado con creces. Necesitábamos descansar un poco de la caótica India y lo hemos conseguido. De verdad, que sitio más bonito y tranquilo… muy recomendable. Encima hemos coincidido con un festival en el que había un montón de gente peregrinando vestidos de naranja que iban hacia el lago y se bañaban. De hecho, hoy nos hemos levantado al as 5 para ir al templo de Sarawarty que está en una colina (es la única hora que se puede hacer algo de ejercicio, el resto del día hace mucho mucho calor, y encima de esta forma, ves el amanecer) Arriba, a las 6 ya había mujeres mayores que habían subido y estaban haciendo canticos y bailes estrambóticos con rezos super raros. Total, que a la bajada en el lago, había cientos de personas bañándose y rezando, yo había leído en la lonely que si se hace con respeto y vestido normal (nada de bañadores con palmeras de colores…) uno se puede meter en el agua desde uno de los “ghats”. Total, que allá que voy… entramos en el lago por el Ghat de Ghandi y nada más entrar en las escaleras todo el mundo que nos mira... Estefi me espera fuera, yo me acerco al agua, hago lo que veo que hacen ellos: me lavo las manos, la cabeza y me meto dentro de un agua marrón y con un fondo que al pisarlo no se puede describir. Pero me veo allí, rodeado de indios a las 8 de la mañana, cientos de personas en las escaleras, vacas por todos los lados, ropas de colores increíbles, palomas revoloteando por encima… que pena que no se puedan hacer fotos en los “ghats”… una experiencia inolvidable. Estefi saca su cámara y me hace un par de fotos (“nada de fotos en los ghats”, decían los carteles, pero se referían a los guiris e hindúes, no para argentinos…) 



El día lo hemos completado con una vuelta por la tarde en camello por el desierto de Thar. El desierto comienza aquí, en Pushkar, hacia el norte sólo hay desierto, y parece que los viajes en camello son muy típicos. Así que nos hemos dado un viajecito de una hora para ver el atardecer desde la entrada del desierto, donde ya empezaba la arena. Nunca habíamos montado en camello así que ha estado genial.
En Pushkar sólo hay una calle principal y está repleta de puestos a los lados, pero los que más compran no son los guiris (que ahora somos un poco más, pero seguimos claramente en minoría en las zonas de interés turístico) si no los grindis. Con diferencia son los propios indios los que más viajan por su país en estas fechas, y llenan los monumentos, museos, bazares… 

Nosotros hemos conocido a un niño en la calle principal que estaba tocando una especie de guitarra-violín. Rayésh, se llamaba, que majete! Nos hemos dado unos cuantos paseos con él por la única calle de Pushkar. En le último paseo nos hemos reído con lo “catrasca” que soy: “Que a gusto se está así, sin coches, ni pitidos, ni tráfico, eh Estefi?”… “Buenoooo!!! Lo que me faltaba… aquí no hay coches ni tráfico, pero la calle está llena de mierdas de vaca sagrada”… hundí el pié hasta el fondo…mal día para llevar sandalias… Rayésh se partía.

PD 1: En la siguiente foto Estefi representa claramente como se debe barrer con la típica escoba india y cuál debe ser  la postura imprescindible que se ha de tener para esparcir la mierda hacia todos los lados y no recogerla…
PD 2: Siempre hay tiempo para que los chavales te enseñen un poco de ese juego que “nos suena a chino” pero que es de origen inglés y que aquí es el deporte preferido por todos los niños, el cricket.



2 comentarios:

  1. Hay Juancho !!! no ha sido suficiente la ría de Bilbao que querés probar suerte en el lago de Pushkar, no me responsabilizo de los efectos colaterales !!!! jajaja...okok, espectaculares las reseñas y el camello una pasada...bss

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  2. Ya ves Euge, no me valio con la ria, que ahora me tiro a un lago sagrado... bueno, sagrado no se pero sucio...
    1 beso.

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