Viajamos desde Phuskar a Ajmer en bus y de
ahí a Jodhpur de nuevo en bus. La verdad es que lo buses indios están muy
bien, y más si viajas en el “goverment
bus”, los buses del estado, que son económicos y encima los hay con aire
acondicionado y son buses grandes.
Nada más llegar a Jodhpur elegimos un
conductor de tuc-tuc super majete, y como en todas las ciudades hasta ahora
será el que nos enseñe la ciudad y nos de consejos de que ver y cómo hacerlo. La
verdad es que lo primero que sorprende de Jodhpur es que al contrario que he
leído, no es la ciudad azul, es una ciudad más pero con alguna casa azul… que
decepción!… hasta que subes a su majestuoso fuerte de Mehranghar y ves la
ciudad desde alucinantes miradores, y es entonces cuando te das cuenta… la
ciudad es azul de verdad!!! Que espectáculo!!!
Subimos andando al fuerte muy pronto por la
mañana con la “fresquita”. El fuerte es majestuoso, está situado en lo alto de
una colina y domina toda la región de Jodhpur, es imponente. (la verdad es que
tampoco tiene nada que envidiar al de Peñafiel, pero como éste está en la india
y no eran reyes los que lo habitaban, si no “marajás” con ropas raras de
colores, bigotes, turbantes…etc, pues suena más exótico…)
La verdad es que si que impone ver el fuerte
desde abajo, desde la ciudad, porqué está construido con la misma piedra rojiza
que la de la colina en la que se encuentra, y realmente parece que surge de las
entrañas de la tierra.
Ya en la visita al fuerte de Mehrangarh,lo
bueno que tiene es que está incluido en el precio de la entrada (5 euros, la
más cara hasta ahora, junto con el Taj Mahal, que fueron 11 €) una audio-guía,
en la que el narrador es un famoso locutor de radio argentino, y cuando le
decimos al majísimo taquillero que nos cobra, que Estefi es argentina, ”anda
como Lalo Mir, el que habla en la audio-guía!” Y efectivamente según Estefi
este tío es famoso en Argentina y además lo hace genial, la visita al imponente
y precioso fuerte-palacio de Mehranghar merece mucho la pena.
Después fuimos a visitar el que según los
lugareños es el pequeño Taj Mahal (debe ser que cada ciudad aquí tiene su
pequeño Taj, porque ya lo hemos oído ésto en varias ciudades…) no es ni la
sombra, es verdad que está construido en mármol, que es blanco y que es muy
bonito, pero las comparaciones son odiosas…
Johdpur es una ciudad caótica como cualquiera
de la india, pero por lo menos tiene un mercado central bastante “tranquilo”,
se llama Sardar Market y está alrededor de la torre del reloj. Justo en una de
sus entradas hay un puesto muy curioso: El dueño es Vicky, un indio encantador
que sabe hacer Tortilla de patatas!!! El tío se enrolla muy bien con todos los
guiris, y mucha gente le conoce, parece que algún español le enseñó a hacer
tortilla de patatas y aunque no es una tortilla muy ortodoxa, se deja comer,
está riquísima!!! El tío dice que vende 500 huevos al día!!! Está especializado
en todo tipo de tortillas… que tío más grande!
Para acabar nuestra estancia en Jodhpur, nos hemos ido de “safari” a los “pueblos del sur”. Es allí donde viven los Bishnoi, un grupo de personas (aunque según hemos hablado también dicen que son una secta…) que son extremistas en cuanto al cuidado de los animales y la vegetación de la zona. Parece que hace 3 siglos mataron a más de 300 personas de los Bishnoi un marajá porque quería explotar unos arboles de la zona donde viven y que además son sagrados para ellos. Total que se agarraron a los árboles en plan “no nos moverán” para que no los cortaran y se los cargaron… hasta ese extremo llegan a cuidar a la madre naturaleza. Los hombres van vestidos todos con turbantes blancos y ropa blanca, las mujeres como las hindúes normales pero la cara semi tapada por el shari y un “piercing” enorme en la nariz. Si por ejemplo, acaban de recolectar el trigo y llegan los animales y se lo comen, no les dicen nada, les dejan que se lo coman… en las ciudades, por mucho que las vacas sean sagradas, como se ponga a comer las lechugas del puesto de una señora, el cachetazo que se lleva la vaca “sagrada” es de aúpa.
Hemos tenido la suerte de ver antílopes,
búfalos, gacelas, camellos salvajes… pero no hemos visto lo que más me llamaba
la atención a mí, los “blue bulls” (toros azules)… como será??? yo el único
toro azul que había visto es el de kukusumusu, pero no creo que sea indio…
Total, que el “safari”, aunque hemos podido
visitar a una familia bishnoi auténtica y hemos visto como se hacen una especie
de té de opio y lo hemos probado (mira que está malo!) y hemos comido con otra
familia en el suelo y en su “choza”. Aún así, aunque es curioso, no es lo más.
Mañana partimos para Udaipur, la ciudad más
romántica de la india y según ellos de todas Asia… ya veremos si es verdad.
“Que
cosas tienen estos indios…”
Es muy típico aquí y en toda asia que los
tuc-tuc o los de las tiendas tengan un librito en el que los turistas escriben
sobre lo bueno que es el servicio recibido por el tuc-tuc o por las tienda o lo
que sea. Ellos rápidamente te dan a leer el que está en tu idioma. De momento,
todos los que hemos leído coinciden con la forma que tienen de comportarse
ellos y de trabajar, pero ninguna tenía tantas “cartas” escritas por turistas
como Vicky el “tortilla-man”, tiene 5 libros el tío!!!
Estefi y yo estamos “enganchados” al operación
triunfo de india (ya nos conocemos a los participantes….) Da igual a qué hora
pongas la tele… ahí está. Sólo hay dos cosas que siempre puedes ver en la tele:
operación triunfo y cricket.
A la típica vaca sagrada la da igual donde
parar… en medio de la calle, en la entrada de una casa, interrumpiendo el paso,
ni hablando con ellas se puede razonar… y como no las puedes tocar… pues nada,
a esperar toca.
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