jueves, 30 de agosto de 2012

Nº 20: “YO ESTUVE EN LA INDIA”. VALE, ES VERDAD… PERO… Y EN CUÁL DE ELLAS?






Después de 50 días en la India, esta es una de las cosas más claras que nos han quedado, que efectivamente aunque se haya estado en la India, no hay una India,  hay muchas. Y sólo  se conoce aquella India a la que se haya ido. Nada tiene que ver por ejemplo el Rajastan con Darjeeling, pero nada. Y no me refiero simplemente a los paisajes o costumbres de la zona, como sucede en España, donde podemos hablar del norte y el sur, completamente diferentes en paisajes y costumbres de sus gentes y acento del idioma. En la India las diferencias son enormes, cada región es claramente un País distinto. Tanto en paisajes, costumbres, idiomas, religiones, apariencia y procedencia de sus gentes, construcciones, arquitectura…etc
Nos pudimos casar por el rito "Sij"...
Recuerdo que estaba pensando esta “profunda reflexión” en alguna ciudad india cuando Estefi justamente me habló de una clásica parábola india que había leído en alguno de los libros indios que hemos ido comprando y leyendo en el viaje y que trataba sobre cómo se explica la diversidad de este magnífico país mediante la siguiente historia: 5 indios tuvieron que describir un objeto simplemente tocándolo sin saber que se trataba de un elefante, pues tenían los ojos tapados… el primero dijo que era una serpiente (pues estaba tocando la trompa) el segundo dijo que era un tronco (porque estaba tocando una pata) el siguiente dijo que no, que se trataba de un abanico indio
Rahul, nombre casi español. (Agra)
(estaba tocando una oreja) el cuarto dijo que se trataba de una cuerda (estaba tocando el rabo) y el último dijo que se trataba de una pared, pero estaba tocando la tripa. Así es la India, completamente diferente, dependiendo donde se “toque”.
Y efectivamente así es como hemos descubierto la india que hemos visitado, llena de contradicciones y extremos opuestos y dependiendo de qué se visite y cuando, se tendrá una imagen u otra. Puedes estar viendo algo completamente diferente a lo que acabas de ver en menos de 1 minuto y seguir estando el mismo país, o en la misma ciudad, o incluso en nla misma calle.
Satander (como la preciosa ciudad cantabra) Jaipur.
Puedes conocer diferentes culturas, razas, religiones, costumbres, idiomas…sin tener que enseñar el pasaporte en una hipotética frontera.
Esta ha sido la India que hemos visitado, que hemos conocido y que os hemos contado desde el blog. Desde luego que cada persona habrá conocido una India diferente, y lo que es más importante, habrá sacado sus propias conclusiones. No hemos conocido a nadie durante el viaje que piense exactamente como nosotros y que tenga la misma idea del país. 
Bablu, el mejor tuc-tuc. (Agra)
Seguramente no habrá otro país en el mundo que provoque tanta disparidad de opiniones, reflexiones , y por qué no, contradicciones. En resumen, nos queda mucha India por descubrir, y lo haremos, pero antes necesitamos un descanso, la india nos apasiona, pero no es un país fácil para viajar, aquí todo es a lo grande, y el “agotamiento del viajero” también lo es.
Como decía al principio de la entrada, han sido 50 días disfrutando y descubriendo la India a la que hemos ido. Y para ello, hemos tomado 20 autobuses, (de los que unos cuantos han sido nocturnos, unos buenos y otros…)  3 trenes, 4 aviones domésticos, muchísimos autobuses locales e interurbanos, y ya ni recuerdo la cantidad de “tuc-tucs” que hemos cogido… Hemos estado en más de 20 ciudades y muchísimos pueblos y pueblecitos.
Rajesh, un niño encantador (pushkar)
Al principio fuimos bajando al sur, pasamos del desierto a las preciosas playas, pasando previamente por el increíble Taj Mahal y los enormes y rojizos palacios y fuertes del Rajastán donde los mogoles y musulmanes son el pasado y el presente, hasta llegar prácticamente el punto más al sur posible, donde el cristianismo toma fuerza. Después dos aviones nos llevaron al norte, a las montañas, a los Himalayas, donde habitan los encantadores Nepalíes y Tibetanos exiliados, y donde Buda dirige sus oraciones. Y finalmente descubrimos lo que representa el famosísimo río sagrado Ganges, aquí llamado “Ganga”, que baña todas las tierras del resto de la India y que lleva a cada rincón de este país el Hinduismo y sus extravagantes dioses y deidades.
Baba, el más feliz de Udaipur.
Y como no, hay que nombrar a los Sijs, esos tíos de apariencia “rara” y pinta de “malos”, fácilmente reconocibles entre la multitud por sus turbantes y barbas y que tienen en Amritsar el centro de su “planeta”…

Nuestro viaje acaba donde empezó, en Delhi, en el mismo Hostel donde pasamos la primera noche. Y hemos aprovechado el último día para visitar en Delhi algo de lo que no habíamos oído hablar ( y por lo que parece ningún otro turista, porque éramos los únicos) pero que vimos en un anuncio y que también nos recomendó un indio en jodpur, el Akshardam un templo moderno pues sse construyó hace no mas de 6 años, pero antiguo en cuanto al estilo de su construcción.
Magal, el hermnano de Salem. (Jodhpur)
Cualquiera diría que se ha construido hace nada… y que además lo construyeron en menos de 5 años, estos indios cuando se ponen, se ponen… Es realmente impresionante y precioso, impresionante. Es una mezcla de todos los tipos de arquitectura que hemos visitado en la India. El único problema: las medidas de seguridad, no puedes pasar nada, desde el paraguas hasta una simple calculadora, por su puesto de la cámara de fotos ni hablamos… un pequeño pin que llevaba en un bolsillo… tampoco, es muy peligroso…
La verdad es que hay que armarse de paciencia para entrar, pero luego merece la pena.
Salem, que majete! (Jodhpur)
En realidad es un resumen de la mitología India con muchas esculturas de las deidades y una mezcla de la preciosa arquitectura de los templos islamistas e hindúes que hay en la India. Pero en plan parque temático, porque los puestos de fast-food llenan el enorme recinto en su interior. (incluso hay papeleras y todo está limpio… “esto es un resumen de la India?, estos Indios no han estado en la India…” La pena es que no tengo ni una foto de recuerdo, casi mejor porque si me dejan entrar con la cámara habría hecho miles de fotos…
Tengo muchas curiosidades de la sección “Que cosas tienen estos indios…” que se me ha quedado en el tintero, pero valga como última anécdota la siguiente:
Mrinalini, la profe de Tabla. (Varanasi)
Para ir al Akshardam que acabo de comentar, ayer tomamos el metro, que no lo habíamos tomado, y la verdad es que está genial. Fuera del metro, en la calle, la locura de Delhi, la suciedad, el calor, los pitidos  y miles de “típicos” con sus ropas indias andando por sus calles. Una vez dentro… el silencio, la tranquilidad, el aire acondicionado,  la educación de la gente, la forma de vestir de la gente, te transporta a una ciudad europea… “pero seguimos en la India?”. “Cuantos de los indios que hay ahí fuera habrán podido entrar si quiera una vez en su vida en el metro de su ciudad?”.
Ram, el estudiente de español. (Agra)

Eso es inimaginable en una ciudad europea, aquí el metro no está al alcance de todos .(y si sólo fuera eso…) Por cierto que el metro es como en todas las ciudades de Asia que he estado, va por el aire, como un enorme puente que recorre la ciudad y se hace subterráneo sólo de vez en cuando. Total, que ya en le anden cuando llega el metro, éste va a tope, pero a tope a tope… nos metemos rápidamente Estefi y yo con toda la marabunta, y me veo rodeado de cientos de mujeres indias… “Estefi, me da a mí que este va a ser un vagón sólo para mujeres…”. Estefi, se ríe, “Para mí que si”. Como empiezo a sentir más de 200 ojos sobre mí, me lanzo… digo en alto “Perdonen (mirando a las mujeres) este es un vagón sólo para mujeres?” Y todas se empiezan a reír y a confirmármelo con la cabeza. Me lanzo de nuevo…
Nati, un tío simpático. (Delhi)
“Este es mi día de suerte! Nunca había viajado sólo con cientos de mujeres en el metro”, grito. Y se empiezan a reír el vagón entero,  qué bueno!!! Una me dice que como me vea el policía del metro a la salida de la siguiente parada me va a multar. 12000 rupias!!!, así que me agacho y me pongo la mochila en la cabeza  , “Así no me pilla el poli!!! A que no?”. Y se siguen riendo. Llegamos a la siguiente estación,  y el show se acaba y nos despidos y nos contestan las ciento y pico mujeres que van en el vagón… ha estado genial!(por cierto que los polis no me vieron, o no me quisieron ver…)
Ahora entendemos porque hay vagones solo para mujeres en el metro, nos imaginamos que será porque los indios tienen las manos muy largas.
Ishan, el elegante. (Delhi)
Eso lo ha sufrido más de una vez Estefi a lo largo del viaje, sobre todo por el Rajastán. En Varanasi, hace unos días, fue la penúltima vez que pasó, pero en esta ocasión ya estábamos cansados y salí detrás de uno… Al llegar al Hostel, me dicen los encantadores dueños; “Qué paso en el mercado?” (parecía que ya lo sabía todo Varanasi...) Se lo contamos, “Pero le llegaste a golpear?” (que tíos, como les iba el morbo?) “No estoy orgulloso de eso, la verdad, pero ya estamos muy cansados, es la primera vez que hago algo así…” “Has hecho muy bien, muy bien, se lo merecía y además era un musulmán”.... Eran muy majetes los dueños de aquel hostel, lo que no saben es que esa “manía” de los indios no entiende de religiones (también es verdad que en la zona musulmana ha pasado más que la Hindú, donde también ha ocurrido.
Luki y sus amigos, que paliza al "Conecta 4".
Ahora bien, ni pensar que pueda ocurrir nunca con los Budistas o los Sij…).

Bueno, ahora sí, esto se acaba, sólo me queda dar las gracias a todos por seguir el blog.
De verdad, muchísimas gracias, han sido más de 2500 visitas, un montón… aunque he de decir que al principio estuvisteis un poco remolones con los comentarios, eh?… por lo que ahora os propongo un juego: Como Estefi y yo somos profes y necesitamos un poco de “feedback”, proponemos que  dejéis un simple comentario en esta entrada votando la entrada que mas os haya gustado del blog.
Subhí, encantador. (Delhi)
Como premio para los participantes… no sé, puede que hagamos un sorteo e invitemos al agraciado/a  del sorteo a una cena India en algún restaurante indio de la zona de Lavapiés, por supuesto nosotros recomendaremos el menú más adecuado y puede que más “picante” con nuestros platos preferidos. Muchísimas gracias de antemano!!!
 Y esto es todo! como siempre dice mi admirado Rosendo Mercado: SE OS QUIEREEEEEE!!!!!!!

Devashish, un amigo de verdad.
PD: Este blog se lo quiero dedicar especialmente a 3 personas:
Primero a mi tío Pachi, mi padrino, un tío muy grande en todos los sentidos, que aunque no visitó los países que yo he visitado vivió sin duda alguna más aventuras y experiencias de las que yo voy a poder vivir en mi vida. Tantas, como para escribir un libro. La familia Hernández te va a echar muchísimo de menos.
Segundo, a Martita Goyeneche, una persona muy especial para Estefi y para mí, que seguro nos ha estado siguiendo desde el otro lado del charco y puntualmente desde internet, una tecnología que inicialmente no está hecha para los de su generación, pero que ella se ha empeñado  en aprender a su edad y ahora la domina a la perfección y nos comunicamos vía e-mail. Ojalá hayamos sido para ella una ventana a la que asomarse cada mañana y ver los países que quisiera visitar. Como dice ella; “este verano donde me lleváis de viaje?” 
Por último, a mi padre, mi seguidor número uno. La persona que siempre está conmigo allá donde vaya, ya sea a subir montañas, correr carreras, visitar países, tocar la batería, jugar al baloncesto… siempre está ahí. Lo único que en el fondo siempre he buscado, es que se sienta orgulloso de mí. Lo que más me ilusiona ahora es que algún día vayamos juntos a ver el lugar que, estoy seguro, más ilusión le hace visitar… Machu ppichu. 



lunes, 27 de agosto de 2012

Nº 19: PARTE 2: LA CIUDAD SAGRADA DEL HINDUISMO… VARANASI.





(Continuacion de la anterior entrada, NUMERO 18: PARTE 1)

De verdad que no me imaginaba así Varanasi, es un lío de calles! Cuando piensas que una calle da a un Ghat te lleva a un callejón, y cuando piensas que vas bien de vuelta la Hostel llegas a un Ghat y ves a todos los 
Indios con sus rituales y dándose baños sagrados… 
El primer día cogimos un bote con un montón de grindis y dimos una vuelta por el Ganges disfrutando de los preciosos Ghats y los palacios que suele haber a su lado. 

Parece que los Ghats los construían príncipes, terratenientes, Maharajás…etc y construían también su castillo al lado y de esa forma tenían acceso directo al río sagrado. Los Hindús piensan que bañarse en el Ganges sirve para purificar sus pecados, el río se los lleva. Y también que si te incineran aquí, alcanzas el Nirvana directamente y sales del ciclo de las reencarnaciones. Así que los príncipes, Maharajás, terratenientes...  cobraban al pueblo por usar sus Ghats para bañarse o ser incinerados…

Hablando de incineraciones, hay dos Ghats importantes dedicados exclusivamente a este “evento”, y el “Manikarnika Ghat” es el más importante. Más de 100 cuerpos son incinerados cada día en este Ghat. Lo fuimos a visitar prontito por la mañana. Nada más llegar en ciclo-rickshaw a la zona donde los coches no pueden continuar, pues a partir de ahí empiezan las callejuelas hasta llegar al Ghat, vemos una especie de ambulancia y dentro hay lo que debe ser un cuerpo. Para poder ser incinerados, los cuerpos deben estar envueltos en una sábana que ha sido previamente mojada en el Ganges y deben ser también transportados hasta la zona de cremación, en el centro del Ghat, mediante una camilla construida de bambú. Al lado de la ambulancia estaban los que nos imaginábamos eran los hijos del difunto. La verdad es que no aparentaban 

mucha tristeza. Estos indios asumen la muerte como una parte ineludible e imprescindible de la vida para alcanzar el Nirvana. Bajamos al Ghat de las cremaciones por las callejuelas y una vez allí, un hombre nos invita a ver las cremaciones desde un balcón que hay al lado de un hospicio, previo pago de algo de madera que usarán los ancianos sin dinero del Hospicio para ser incinerados en breve… 
Este es otro tema curioso de los Indios. La madera, como no hay sitio por las callejuelas para llevarla al Ghat en camiones, se trasporta en barcazas desde el río, y allí se almacena, flotando en una barcaza sobre el río hasta que alguien la compra para incinerar a un familiar. La de sándalo parece ser la más cara ya que es un árbol, según ellos, sagrado. Prácticamente se endeudan para poder pagar la cantidad de madera que en algo más de tres horas habrá consumido todo el cuerpo. Por supuesto las fotografías y videos están estrictamente prohibidos en todo el Ghat. 
Ya por la noche, fuimos al principal Ghat de ceremonias, y pudimos ver de nuevo el famoso “Ganga Aarti” que se celebra a las 7:00 PM cada día, como
 en todas las ciudades sagradas. 
La diferencia en Varanasi es que se puede alquilar una barca y ver la ceremonia desde enfrente, algo que hasta ahora no habíamos visto.
La última cosa que me ha sorprendido de Varanasi ha sido la cantidad de suciedad que hay por la ciudad, es increíble, como en ninguna otra ciudad que hayamos visitado. Los olores, la acumulación de “mierda” por las calles, las calles medio destrozadas, restos de verduras de los mercados cercanos acumulados en montones por las calles…a esto se le suman perros por todas partes, vacas, cabras… 

menudo quilombo! Y todo esto se da en calles enanas, estrechísimas.  Además, la cantidad de gente que duerme en la calle es mayor de lo que hemos visto en cualquier ciudad anterior. Realmente Varanasi es diferente, esto es la “profunda” India. En contrapartida, estamos en una ciudad muy artística. Aquí hay más escuelas de música que en ninguna ciudad de la India. De aquí es el grandísimo músico Ravi Shankar, el mejor músico e intérprete de Sitar del mundo y que fue el que enseñó a George Harrison a tocar este precioso instrumento. (además de ser el padre de Nora 

Jones)
Bueno, pues como hay un montón de tiendas de música Hindú donde se imparten clases de Sitar y “Tabla” (los tambores indios) y a mí siempre me han atraído esos dos curiosos tamborcillos , pues me he apuntado a dar un par de clases en una escuela que hay justo al lado del Hostel. Y anda si es difícil dominar la “Tabla”… muy difícil. Aunque viendo a mi joven profesora “Mrilanini”, cualquiera diría que es difícil… Si encuentro en Madrid quién me puede seguir enseñando, no lo dudaré, el sonido que sacas de los 
“tamborcillos” es increíble. 
“Este de la foto eres tú?” Le pregunto al padre de Mrilanini y dueño de la escuela y tienda de instrumentos musicales, “No, es mi suegro”. Pues el suegro estaba al lado de Ravi Shankar en la foto. Parece ser que eran amigos de la infancia, Ravi vivía cuando era joven a 100 metros de allí…

PD: A la pregunta que nos haciamos sobre si era realmente el Ganges un rio sucio, o el mas sucio del 
mundo, como se dice comunmente... Tampoco es que lo vieramos muy sucio la verdad, hasta que ayer por la tarde: “Estefi, que es eso que flota?” Y efectivamente, era una vaca muerta flotando por el rio “sagrado”. Mucho rio sagrado, pero luego lo usan como un estercolero...
Ya en el tren nocturno de vuelta a Delhi, conocimos a un encantador mochilero Holandes que nos conto que habia visto flotar en el Ganges el cuerpo de un hombre...





Nº 18: PARTE 1: LA CIUDAD SAGRADA DEL HINDUISMO… VARANASI.






Esta ésta ocasión no pudimos “pasar” de pantalla… pensábamos que íbamos a llegar a Delhi como punto intermedio entre Rishikesh y Varanasi y que allí tomaríamos un bus directo a Varanasi, ya que desde Haridwar o Rishikesh estaba muy complicado. Y no… bajamos del bus en Delhi con la idea de no estar más de unas pocas horas (lo que tardábamos en encontrar la forma de ir a Varanasi) y nos tuvimos que quedar a dormir, no pudimos encontrar ninguna forma de llegar a Varanasi en el mismo día.
La verdad es que una ciudad ya visitada cuando se vuelve a visitar no parece la misma. Eso nos ha pasado con Delhi, estuvimos aquí hace mas de 40 días, y ahora no nos parece la misma, debe ser que ya somos “casi” indios y estamos muy acostumbrados a las cosas que antes nos impactaban, su forma de vida, como se comunican, lo que ves por la calle. Para mí, esta es la cuarta vez que paso en mi vida por Delhi, y aunque es verdad que no para de sorprenderte siempre algo, te acostumbras a este caos, lo echaremos de menos en 
Madrid??? (tampoco hay que exagerar…) 
Al despertarnos, fuimos corriendo a la estación de trenes a ver si podíamos conseguir algún tren para ese día y no estar más tiempo “colgados” en Delhi. No hemos cogido muchos trenes porque la verdad es que no es fácil, hay que hacer interminables colas (y eso que las hay especiales para extranjeros, pero los indios  siempre se cuelan) y los trenes están vendidos con casi un mes de antelación directamente a la gente o a la agencias… en este caso tuvimos suerte y pudimos comprar un tren para ese mismo día por la noche. Y por fin cogimos un tren nocturno!. 

En los únicos vagones que había billetes, los más baratos (4 € un viaje de 12 horas…). Todo es muy fácil en la India si entiendes como está organizado, en el tren es lo mismo. Ponte tú a buscar los “sitios” en un tren de kilométrico e indio…así que ahí estábamos buscando las señales y la numeración típica de Europa, menos mal que un hombre nos lo explicó y entonces es super sencillo. Los vagones si están “numerados” aunque parezca que no lo están (lo están a la “manera india”) y además hay una lista en las puertas de los vagones para encontrarte…”pero si es super sencillo!!!” . Los vagones están divididos en compartimentos abiertos 

(no hay puertas, ni cortinas, ni nada) con 3 literas a cada lado. Al principio la segunda litera está bajada y sirve para apoyar la espalda mientras se va sentado, y es así hasta que alguno de los viajeros decide dormirse y entonces la segunda litera se pone en plan cama, y todos a dormir aunque no se tenga sueño. Lo mejor es la numeración de las asientos, la pared está llena de números “sin sentido”, como todo en la India, hasta que le pillas el truco… hay tantos números, porque tú tienes un asiento para ir tumbado y otro para cuando se va sentado. El problema llega cuando no hay 6 personas, hay 8… o más…. “aquí hay alguien que se queda sin litera, no? aquí sobramos 3” Y efectivamente los Indios suelen comprar un asiento para dos, tres o cuatro personas, y lo comparten. Si te descuidas un poco y dejas parte de tú litera sin ocupar, ahí que se te sienta uno o pone los pies otro o directamente se tumba alguien…

Y por la noche a dormir con un ojo medio abierto porque por allí pasa todo tipo de gente, los que se suben en una parada para ir a un pueblo cercano, los que venden Chai (el té local, muy típico) los que venden “de todo”, algún despistado que pasa por allí… aún así la verdad es que la seguridad ha sido muy buena, no hemos tenido ningún problema con nadie durante toda la noche. Es una experiencia que ha estado genial, hay que vivirla. Compartir 14 horas con gente local (también con algún guiri) y pasear por el vagón durante el viaje, ver las diferentes paradas de ciudades, pueblos… y menudo vagón! limpieza lo que se dice limpieza… bueno, y de los baños ni hablamos. Lo mejor fue cuando Estefi se levantó por la mañana: “Vente al baño, que los Indios hacen cola para lavarse los dientes!”.  Todos los Indios a lavarse los dientes nada más levantarse, qué bueno!. Y con qué agua se los lavan? y con qué cepillos? Mejor no preguntar. La cara que pusieron cuando aparece Estefi con el super cepillo Oral-B automático… 

Lo peor del viaje, que a cada parada veías fuera a niños pidiendo dinero a la gente que viajaba en el tren. De vez en cuando veías como alguien sacaba un brazo por la ventana-reja (nada de cristales modernos) y lanzaba una moneda a algún niño…
Con casi 3 horas de retraso llegamos por fin a Varanasi. Y de nuevo, como casi siempre en la India… sorpresa!. Después de pelearnos (e incluso enfadarnos) con el tuc-tuc (y eso que parecía majete…) La ciudad no es para nada lo que te imaginas. Yo me imaginaba una ciudad enorme con muchísimo tráfico, ya que es la cuarta en población del país, y no es así. Varanasi es una ciudad atípica, como un pueblo gigante. Lo primero que sorprende es el descomunal tamaño del Ganges a esta altura del rio, parece que es normal en esta época del año. Lo segundo que sorprende es que lo más famoso de Varanasi, que son los más de 90 enormes Ghats que hay a orillas del río, pero no son tan grandes como leímos. En esta época del año al agua está tan arriba que no se ven más que 15 o 20 escalones de cada ghat, cuando en la época bonita se pueden ver más de 200 escalones. Hasta el punto que ahora se ven las cúpulas de algunos templos que en esta ápoca se encuentran bajo el agua, ya que están escaleras abajo. De hecho, dentro de 3 meses, nos comentan, se puede ir andando de Ghat a Ghat. Incluso los niños juegan al Cricket entre Ghat y Ghat, donde ahora sólo puede bañarse, y con cuidado por la fuerza con la que baja el río. 
Si no tomas un bote que te lleve por el río viendo los Gahts, es imposible verlos. Desde tierra firme no ves nada en esta época del año, están completamente inundados.
Pero la mayor sorpresa ha sido ver el entramado de calles, callejuelas, callejones que es Varanasi!!! Es increíble!!! No hay quién se oriente! Te metes por una calle y no sabes donde vas a salir. Lo bueno que tiene es que las calles son muy bonitas y no hay coches (bueno, es que no entran, es imposible no hay sitio) pero lo malo es que las motos sí que entran y estas también pitan… que pesaos!!!

A veces te encuentras en una callejuela intentando andar y un montón de gente viene de frente y tienes que hacer malabares para pasar, pero la cosa se puede complicar: puede aparecer una enorme vaca que no se quiere quitar, y con los pitones que tienen algunas, a veces dudas… “al final voy a ser como algunos indios, que  las tienen miedo… perdone señora vaca, se puede quitar? Y no se mueva mucho para su izquierda que me aplasta… y cuidado con el pitón derecho que lo tengo muy cerca…” Pero es justo en ese momento cuando viene un tío con la moto y ya sí que apaga y vámonos…


PD: Recuerdo en Katmandu hace años la cantidad de cometas que cada atardecer aparecian en el cielo. Los chavales las menajaban desde las azoteas. En Varanasi pasa lo mismo, se ven cientos de cometas en el cielo al atardecer.

sábado, 25 de agosto de 2012

Nº 17: HARIDWAR, OTRA CIUDAD SAGRADA A ORILLAS DEL GANGES.









Haridwar es una ciudad sagrada para el hinduismo (igual que lo es también Rishikesh, Varanasi...) y se encuentra al sur de Rishikesh y a una hora de distancia. Nosotros hemos ido en  “vikram”. (vehículos algo más grandes que los tuc-tucs en el que entran 10 personas, muy usados por la gente local y baratísimos) Así que finalmente Haridwar la visitamos en un día desde Rishikesh. Lo más espectacular de Haridwar es la “Ganga aarti”, la misma ceremonia hindú que vimos en Rishikesh pero aquí con miles de personas sentadas en los Gahts a orillas del Ganges. También se realiza todos los días y también como en Rishikesh a las 7 de la tarde. Es curioso como en todas las ciudades sagradas del Hinduismo se celebran  las puyas (oraciones) y las ceremonias del “Ganga aarti”  a las 7 PM. Así que hay un “Ganga aarti” en Hardiwar al mismo tiempo que en Rishikesh, y que en Varanasi… y así en todas las ciudades sagradas.
Cuando el sol ha bajado es cuando da comienzo la ceremonia, y además es ese momento el más espectacular y cuando más “fuerza” tiene la llama del fuego de las lámparas de aceite que arden en la noche y que hacen girar y “bailar” la multitud de gente durante la puya.
Hay música en vivo: un músico que toca la “Tabla” (las típicas percusiones indias) otro que canta y otro que toca una especie de organillo (como el clásico teclado “Casio PT 85” de los ochenta, pero a lo indio…) 

Y es en ese momento cuando la puya llega a su culmen. Es cuando la gente se va pasando los unos a los otros las lámparas de aceite al mismo tiempo que van describiendo círculos en el aire con las lámparas (y las lámparas tienen unas llamaradas… que pá qué!!!) La gente se vuelve loca para poder tocar el fuego. Una vez han tocado el fuego (literalmente) se pasan las manos por la cabeza a modo de reverencia.  Es realmente curioso ver a tanta gente queriendo tocar el fuego de las lámparas de aceite y que nadie se queme… pero es que les meten unos meneos a las lámparas!!! Y tienen una señora llamarada!!! 

Mientras, durante toda la celebración la gente va haciendo ofrendas al rio dejando escapar una especie de platito de papel albal con flores en su interior y una pequeña vela que encienden. Después de encendido, sueltan el platito (la ofrenda) al rio sagrado.

Antes de la ceremonia vespertina, fuimos a visitar el templo de “Mansa Devi” que está en lo alto de una colina a la que se puede acceder andando durante una hora, como hacen los miles de peregrinos que llegan aquí cada día, o tomar un teleférico, que es mucho más rápido.
Nosotros optamos por la segunda opción. Lo mejor del templo además de ver como cientos de personas aguardan una larga fila para hacerle una ofrenda a la deidad Hindú que “habita” el templo (y que como hay más de 300 millones de dioses y deidades según la mitología Hindú, del nombre de ésta ya no me acuerdo…) también son muy bonitas las vistas de toda la ciudad con el Ganges (“Ganga”) al fondo.
El Ganges, desde Rishikesh hasta aquí ha crecido y el caudal que lleva es mucho mayor.es realmente un río muy grande. Otra cosa que tampoco sé muy bien (lo iremos viendo según vayamos viendo el Ganges en otras ciudades sagradas) es si realmente el Ganges está tan contaminado como siempre se ha dicho. De momento el color del agua es marrón, pero no por la contaminación, desde luego tan cerca de su nacimiento en el Himalaya, el río es marrón por la fuerza que lleva y por lo que arrastra de rocas, lodo, barro… al fin y al cabo es un río de montaña que lleva una fuerza descomunal. Aunque también es verdad que tiran mucha  porquería al río… No sé cómo es tan sagrado para ellos si al final la usan como una enorme papelera…
Después de visitar el templo mediante le teleférico y dar una vuelta por la ciudad en el deporte que más nos gusta ahora a Estefi y a mí, nos fuimos a la ceremonia del “Ganga aarti” que anteriormente he comentado. Que cuál es el deporte que más nos gusta aquí a Estefi y a mí, y que más practicamos? El “ciclo-rickshaw”, que consiste en montarte en el típico triciclo que tiene un habitáculo para los pasajeros  donde pueden ir 
hasta 4 personas y que conduce un hombre pedaleando. La verdad es que mucho deporte no hacemos, es el conductor el que se da unas palizas... pero una vez en Jaipur (hace ya un montón de días…) le pregunté al conductor que si podía conducirlo yo… el tío al principio se fío, pero luego al ver mis habilidades con esta bici tan rara, me dijo que ya la llevaba él… (parece que vio peligrar la supervivencia de su negocio…)  Pues después de dar un paseo por la ciudad en “ciclo-rickshaw” fuimos prontito a la ceremonia de la “Ganga aarti” para coger sitio. Se celebra en el  Ghat más importante de Haridwar, el “Harkipairi Ghat”.
Los Ghats no están a orillas del mismo río, en haridwar han construido un canal paralelo al Ganges a donde dan los escalones de los Ghats, y que permite hacer las ceremonias y las puyas un poco más “relajadas” porque la fuerza del 

río ya no es tan grande que se llevaria todo de una vez.. 
Lo más curioso de la ceremonia del “Ganga aarti” para mí es lo siguiente: Hay un montón de “escenarios” a lo largo del Ghat cerca del río con forma de cama, donde esperan una especie de “sacerdotes” a los feligreses para no sé qué tipo de ceremonia. Unos oficiales con camisas azules son los que organizan a la gente durante la ceremonia principal para que los canticos de la gente sean más o menos al unísono. Eso sí, los tíos también te venden las ofrendas que quieras hacerle al río, previo pago de la cantidad correspondiente. Lo mejor es que estos oficiales de camisa azul te dan un recibo cuando les pagas… de 
verdad. 
Es muy curioso ver a gente mayor bañándose sin ningún tipo de pudor delante de miles de personas. Ya sea en calzoncillos, desnudos o mientras se cambian, aquí nadie se tapa ni se avergüenza. La parte final de la puya son los cánticos a Krishna, el típico “Hare krishnaaaaa, Krihsna Krihsnaaaaaaaa, Hare Hareeeeee, Hare Ramhaaaaaaaa…”. Y no, no son los Hare Krishna los que lo cantan, esta famosa canción la cantan los Hindús, no tenía ni idea, y cuando la oyes cantar a miles de personas, sobrecoge. 

Parece que he recibido “cienes” y “cienes” de cartas de seguidores pidiéndome que vuelva la sección más famosa del blog. (y la única que hay de momento…) Así que ahí va:

“Qué cosas tienen estos indios”:

 
- No he hablado casi nada de la comida de aquí y de cómo comen estos indios… Lo más habitual que comen los indios es el Thali, que es como el típico menú que hay en cualquier restaurante en España, pero a lo indio: se come con las manos, no hay platos (en su lugar se usan unas grandes hojas verdes o una especie de hule de plástico…) El thali está formado por arroz y una variedad de salsas con tropezones que te van echando en la hoja y puedes repetir todas las veces que quieras. De hecho, hay un tío generalmente en el restaurante que se va pasando por mesas con tres jarras llenas de las salsas y te las lanza alrededor del arroz sin mucho mimo… se trata de hacer bolitas de arroz con las manos y mezclarlas en las diferentes salsas. Como se ponen las manos!!! 

Bueno, la mano, porque sólo usan la derecha, la izquierda ya explicaré en otra ocasión para que la utilizan… lo curioso es que se llenan de comida los dedos,  pero no se los chupan!!! Los platos, vasos y cubiertos para los guiris son siempre metálicos, en todos los sitios. Y también es curioso como te dan la vuelta una vez que has pagado en el restaurante. Te ponen las monedas o los billetes en un plato lleno de azúcar y de anís. Parece que les encanta comer anís y azúcar después de la comida. Ya nos hemos dado cuenta porque: es tal el picante que le echan a la comida que incluso a ellos les alivia comer algo
 dulce después de la comida. 
- Mención aparte merecen muchos guiris que nos estamos encontrando… que tíos más raros! Los hay en plan hippies pasados de moda con unas pintas super raras, tíos en plan “Hare Krsihna" también más raros que un perro verde… de verdad que la india está llena de guiris rarísimos…
- Otra cosa que se repite en cualquier ciudad india son los cortes de luz. Casi todos los días se va la luz a un par de veces. Tampoco pasa nada, pero el problema viene cuando sucede en el peor momento, por ejemplo cuando estás volviendo al Hostel de noche y se va la luz de toda la ciudad. Te tropiezas con una vaca, metes el pié en un charco o en lo que acaba de dejar la vaca, aparecen indios por todos lados para llevarte en tuc-tuc… bueno, lo normal en este país.
- Esto es lo mejor: En la tele, durante cualquier partido de Cricket cuando ponen la repetición de alguna jugada, suena una musiquilla que al principio no me lo creía, y el final no hay duda…  “la típica cancioncilla que suena en las corridas de toros cuando se cambia de tercio!!!!!!!!!!!!!!”