Un
bus nos llevó de Manali a Chandigar, donde teníamos que encontrar el bus a
Rishikesh a las 3:30 de la madrugada (el que nos vendió el bus nos aseguraba
que nos dejaba en la misma estación que el bus que teníamos que coger para
Rishikesh, y no fue así…) tuvimos que buscar a esas horas de la madrugada la
estación central de Chandigar (en esta ocasión los tuc-tuc no ayudaban, nos
ponían las trampas… nos decían de todo para que no fuéramos a la estación y
fuéramos a un Hostel que conocían, porque según ellos la estación estaba
cerrada a esas horas de la madrugada y no habría buses hasta por la mañana…)
Pero nada más llegar a la estación cogimos el bus a Haridwar, a las 4:00 de la
madrugada, estos tuc-tucs a veces te la quieren liar…
Posteriormente, a las 9
de la mañana cogimos otro con dirección, ahora si, por fin!!! a Rishikesh. Y
finalmente llegamos a Rishikesh a las 10:00 de la mañana, después de un señor
viaje. Esto de viajar sin tener nada planeado es lo que tiene, cada vez que
llegas a una ciudad nueva, es como empezar una pantalla nueva de un videojuego,
busca Hostel, discute con el tuc-tuc, cambia de Hostel, hay que orientarse en
la nueva ciudad, como saques un plano, allí que aparecen diez tíos para sólo
mirar el plano como si vieran al santo grial, se quedan “pasmaos”… o peor,
aparece uno que dice saber donde es… para no tener luego ni idea. Menos mal que
al final siempre aparece alguien que te echa una mano de verdad y finalmente
“pasas de
pantalla”. Ahora hablando de esto, se me ocurre que lo de leer la
guía durante el viaje, a veces me recuerda a leer más bien los famosos libros
de los ochenta “Elige tu propia aventura”, “Si quieres ir a una increíble y
preciosa ciudad india, pasa a la página 55… pero ooooohhhhh!!! Antes, retrocedes
a la 38, donde tendrás que aguantar 12 horas en un bus infernal y quedarte atrapado
en la página 22 con un tuc-tuc que te la intenta dar, aunque al final
encuentras un tío super simpático que te lleva a la página 12, donde puedes
disfrutar por fin de la bonita y enigmática Rishikesh y su río, el sagrado
Ganges”.
Y
efectivamente así es, me ha gustado Rishikesh y el sagrado Ganges. (o “Ganga”
como aquí lo llaman) Llevaba años imaginándome como sería el lugar donde vinieron
mis queridos Beatles a meditar, atraídos por el “regulero” Maharisi mahesh
Yogui. Y como siempre pasa, te sorprende, no te lo imaginas para nada como
luego resulta ser.
Risishikesh
es una ciudad agradable, sobretodo la zona alta de la ciudad, donde se encuentran
los dos gigantes puentes peatonales y los templos más importantes. Bueno,
peatonales en plan indio, o sea, sólo pueden transitar por él: personas, motos
y vacas... En la zona baja, se encuentra la ciudad propiamente dicha, y es,
cómo no, una locura de pitidos, coches, motos, gentío… Nosotros estamos en un
Hostel en la zona alta, desde allí se puede hacer una ruta andando muy
agradable: se cruza el primero de los puentes, el que está más al norte, que
conecta las dos orillas del Ganges. En la orilla contraria a la ciudad se
encuentran los templos más famosos de Rishikesh, de 13 plantas cada uno. Se
podría decir que son una mezcla de un templo hindú y el corte inglés… en cada
planta hay un montón de “capillas” a lo indio con imágenes de dioses y deidades
hindús donde la gente deja ofrendas, dinero, flores… y entre capilla y capilla,
una tienda. Y además, como dice Estefi, te obligan a seguir un recorrido para
que no te saltes ni una tienda… y así 13 plantas. Vamos, como en
Bueno,
pues después de visitar los templos nos dimos el paseo que comento por el otro
lado de la orilla del Ganges. Allí lo que más puedes ver son los típicos “Saduhs”
que hay en las ciudades hindús, y más en las que se consideran sagradas. Los
sadhus (o también llamados “santones”) abundan en Rishikesh, muchos viven
realmente como ascetas: han renegado de cualquier bien material, se pasan el
día meditando, ayudan a la gente que se lo pide, viven de la comida que les
regala la gente, tienen el respeto de muchas personas, no usan otro medio de
transporte que sus propias piernas, llevan ropa de color naranja y el pelo en
plan “perroflauta” y la cara llena de tikas rojas o hechas con cenizas y
adornos pintados.
Son realmente curiosos. El problema es que se ha convertido
en otra forma de mendigar, y la mayoría en cuanto te ven, te piden dinero.
Recuerdo hace años en Nepal, en Katmandú, en un afluente del Ganges, donde
también hay muchos sadhus y no paraban de pedirme que me hiciera fotos con
ellos… previo pago de 1 €, éstos ni querían rupias… así cualquiera vive en plan
asceta!!!. Lo peor era verles luego bebiendo botellas de alcohol por la calle,
totalmente borrachos. En esta ocasión no ha sido así, pero desde luego que el
que quiere mendigar sabe que poniéndose una ropa naranja y los pelos de
perroflauta, saca más pasta que pidiendo en plan “normal”.
Yo
pensaba que en Rishikehs habría más “merchandaisin” de los Beatles, pero para
nada… de hecho, la mayoría de la gente local no tiene ni idea de donde está el
“Asram” en el que se alojaron los Beatles, ni quiénes eran loa Beatles...
(Asram es una especie de comuna donde conviven muchas personas, y no sólo es un
alojamiento, sino que también es un centro de meditación, yoga… etc, se
imparten todo tipo de clases y cursos)
Rishikehs
es famoso por los Asram, hay muchísimos. Estefi y yo estuvimos pensando
durante… 1 minuto mas o menos… si alojarnos o no en uno de ellos. Pero el yoga
no nos tira mucho. Bueno, pues como digo, el yoga es el mayor atractivo de Rishikesh
y es aquí donde estuvieron los Beatles en 1967. Y desde entonces, se ha
disparado la oferta. Hay mucha gente que viene por el yoga, Estefi y yo no,
vinimos aquí siguiendo los pasos de nuestros admirados Beatles. Pero hay que
preguntar varias veces para dar con alguien que sepa quiénes eran y donde están
los restos del Asram del Maharishi Mahesh Yogui donde se alojaron los Beatles.
Por fin, después de un rato preguntando, encontramos el camino. Un camino de piedras
que sale de la ciudad y se adentra en el bosque. Parece que hemos llegado al
lugar cuando unos tíos desde dentro de una enorme verja y vestidos de naranja
nos dicen que hay que pagar para entrar 50 rupias. “Pero es aquí donde
estuvieron los Beatles? O no?” “Si, si, aquí es..” “Y en concepto de qué hay
que pagar 50 rupias?” “Al gobierno” Los tíos no tenían ni ticket, ni recibo, ni
nada… bueno habrá que fiarse. “Según subís por aquí, el segundo edificio a la
derecha es el de los Beatles” Cualquiera encuentra nada!!! Si esto no son más
que ruinas y árboles!!! Había leído que estaba literalmente comido por la
maleza, y efectivamente es así… que pena de lugar. Llegamos a un edificio que
podría ser, pero no hay ninguna indicación. Hay otros dos grupitos de guiris
por la zona buscando donde se alojaron los Beatles, nadie lo encuentra, que
desastre… yo había visto en internet que en las habitaciones donde se alojaron los
cuatro de Liverpool, la gente había dibujado “grafitis”sobre sus canciones,
dibujos de ellos… y no me iba a ir sin encontrarlo!!!
Así que llegamos a lo que podría ser el
edificio que nos había dicho el tío de la entrada, pero menuda pinta tenía…
todas las puertas reventadas, los cristales por los suelos, todo lleno de malas
hierbas, las ramas de los árboles que atraviesan las puertas y ventanas.
Por
supuesto completamente oscuro... “Vamos Estefi, vamos a subir” “Yo por ahí no
subo ni en sueños”, ni ella ni el resto de guiris. Pues nada, yo que me lanzo y
me meto ahí dentro… todo está destrozado, no queda nada más que paredes roñosas
y desconchadas, puertas rajadas, cristales por el suelo… pero en el segundo piso
ya veo una pintada en honor a una mítica canción del disco blanco de los
Beatles. Siempre se ha dicho que en este lugar John y Paul compusieron la
mayoría de las canciones de aquel magnífico álbum. Entro en la habitación de la
derecha y ahí están las pintadas! Con que este es el lugar que tantas veces me
he imaginado donde los Beatles pasaron meses meditando? Bueno, no todos, parece que
Ringo a las 2 semanas se cansó y se volvió con su mujer y sus hijos a
Inglaterra. Esa fue la versión oficial, parece que también influyó que se le
acabaran las más de 20 latas de albóndigas que se trajo a la India el tío… Ringo
no era nada
En
frente hay otra habitación en la que también hay pintadas y también destrozada.
Pero
me pregunto yo, ¿y cómo sabía la gente que hizo aquí estas pintadas que era
justamente aquí donde estuvieron los Beatles? Y sólo en dos habitaciones? Pero
no eran cuatro?
Es
una pena que tengan esto así, muchos guiris vendrían si lo tuvieran un poco más
cuidado y
Un
poco más arriba, entre la maleza, árboles y vacas, hay una especie de gigante
gimnasio donde me imagino que harían los ejercicios de yoga. Aquí los dibujos
son de más calidad y según nos comentó unos de los tíos (menos mal que por lo
menos nos dijo algo, porque aquí te abren la puerta y tú te lo guisas y te lo
comes, desde luego si hemos llegado a ver las que parecen fueron las
habitaciones de los Beatles, fue de suerte…) las han hecho unos grafiteros hace 6 años. Lo
hacen llamar “La Catedral de los Beatles”…
Ya
una vez fuera del Asram de los Beatles, por la tarde noche llegamos justo a
tiempo para ver la ceremonia del “Ganga aarti” que se hace todos los días en la
orilla del Ganges. Se reúnen cientos de personas en los ghats del río y cantan
y gritan al unísono “mantras”, y en un momento dado de la ceremonia sacan
lámparas de fuego y la gente las agitan haciendo círculos en el aire. Se las
van pasando unos a otros (las lámparas con fuego) y se las quitan los unos a
los otros con unas ganas locas de tocar el fuego y luego tocarse la cabeza
haciendo una especie de reverencia.
Está
claro, ya hemos vuelto a la India!!! Habíamos pasado unos días en las montañas
y rodeados de tibetanos, prácticamente en otro país, pero ahora no hay duda:
hay vacas por la calle, hace calor, hay mujeres con la típica tika roja en la frente y vistiendo
saris, hay tuc-tucs y pitidos a cada segundo, menudo quilombo!!! Estamos de
nuevo en la India!!!
Unas veces porque el sitio es turístico y hay muchos guris y otras porque no es turístico y no atrae a guiris. Pero vamos a ver, en qué quedamos.!!!
ResponderEliminarDeja ya de criticarme y ponte a entrenar, hombre!!! Que la Mapoma esta cerca!!!! Bueno, es verdad, tienes razon. Unas porque no hay guiris y otras porque sobran... ya me conoces, la cuestion es quejarse...
ResponderEliminarHola juan, siempre quise hacer un viaje plan "elije tu propia aventura" que lio eran esos libros pero como atrapaban. Ideal para mentes dispersas.
ResponderEliminarPor el tema de las quejas por mi esta bien, me preocuparia que todo te fuera maravilloso, pensaria que te golpeaste la cabeza. Debe ser un viaje a alucinante, pero hay que tener estomago eh? Viajar con un tio vomitando por la ventana...que fuerte!
hola juancho la verdad es que podrias escribir para lonely planet, lo tuyo es mas aventurero, me sorprendio mucho lo del san bernardo que os guio a la cascada, impresionante, asi como tu forma de hacer trekking, si es una excusa para cuando vengas en el verano y te canses jugando al padel, te digo ponte a entrenar si no quieres gastadas, mucho kilimanjaro e himalaya pero de padel poco.
ResponderEliminaruna pregunta me hago porque evitaron la costa este de la india, por falta de tiempo, porque no hay cosas interesantes para ver?
la verdad es que el blog es interesantisimo y nos da una buena imagen de los lugares que habeis visitado, un abrazo y que disfruteis el resto del viaje que ya os queda poco