sábado, 18 de agosto de 2012

Nº 14: DARAMSALA… LA SEDE DEL GOBIERNO TIBETANO EN EL EXILIO Y EL HOGAR DEL DALAI LAMA.










Hace ya dos días que tomamos el bus desde Amritsar a Daramsala, que como dice el título de la entrada es el hogar del Dalai Lama y la sede del gobierno Tibetano en el exilio. 

Después de 7 horas de bus público, que quiere decir, compartir un buen rato con la gente local, cosa que en los buses privados normalmente no sucede, porque se viaja con guiris y grindis, llegamos a Daramsala. Pero el destino final no es Daramsala, donde vive la gente local, el destino es Mcleod Ganj, o el “Alta Daramsala” 
a 400 metros de altitud por encima de Daramsala.
Generalmente se conoce a Daramsala como el hogar del Dalai Lama, pero realmente él vive y su gobierno se encuentra en Mcleod Ganj. Llegamos de noche y la verdad es que la mezcla de gente que vive aquí es realmente curiosa y nos ha sorprendido, no esperábamos nada así. Aquí sólo puedes encontrar por la tarde-noche; monjes, turistas, tibetanos y algún indio dueño de algún Hostel. La tranquilidad reina en las calles (4 calles) de este pequeño pueblo. El cambio se da por la mañana, cuando todos los indios que trabajan en restaurantes, agencias de viaje, tiendas, puestos…etc, suben de Daramsala a trabajar, es entonces cuando este pueblo encantador se transforma en una ciudad india en pequeñito, donde 

los pitos de los coches se hacen dueños de la ciudad.
Nada más levantarnos al día siguiente, fuimos a ver el complejo donde se encuentra el gobierno y la residencia del Dalai Lama. Dentro también puedes ver dos templos y un museo Tibetano, donde se cuenta con detalle, fotos, videos… la invasión China en el Tibet, la famosa “Revolución Cultural”. 

 
Lo más curioso del complejo es observar como los monjes estudiantes hacen vida dentro del monasterio. Estos budistas sí que no tienen ni un problema en que los observes, fotografíes (preguntando previamente, como debe ser) hagas preguntas, charles con ellos… lo que sea, están encantados de recibirte con los brazos abiertos, y generalmente no cobran ninguna rupia por entrar en sus monasterios (aquí no suele pasar eso). En los monasterios budistas lo que hay es simplemente… muy buen rollo.
Desde la primera vez que visité un templo budista con mi amigo Antonio en la región de Ladakh y hablé con un monje, me enamoré de esta cultura pacífica, sonriente, tranquila y trabajadora. Y por lo que veo, siguen igual. Lo que más me ha gustado es ver como a Estefi le ha llegado muy dentro esta cultura, como me llegó a

 mí.
Lo bueno que tiene la gente, es que nunca te dejan de sorprender. Por ejemplo, nunca había visitado un monasterio con tantos estudiantes y verles justo en el momento en el que ellos “debaten”. Es muy curioso, se reúnen en una especie de patio del cole que tienen dentro del monasterio y discuten sobre la filosofía budista, teología, política…etc pero lo mejor es que para “debatir” se hace “dos a dos”; uno se sienta en el suelo, que es el que escucha las preguntas y razonamientos del que está de pié. Y éste, el que está de pié, para hacer una pregunta o un razonamiento tiene dar una palmada señalando al que está sentado, como “lanzándole” la pregunta. Así se pasan parte de la tarde y de la mañana.
Había leído que la gran diferencia que tiene la religión budista con la Hindú (de la que proviene) era que los budistas no creen en las castas Hindúes y tampoco en una práctica religiosa no reflexiva en la que uno no pueda debatir, incluso por ejemplo, sobre la existencia de dios o buda… Estos budistas se pasan el día reflexionando, debatiendo, estudiando, rezando… es la leche! Eso sí, no he visto a ninguno levitando o alcanzando el nirvana de tanto meditar… es que tanto reflexionar y estudiar debe ser un “pelín” coñazo…

Otra cosa que he visto por primera vez son monjes budistas mujeres, monjas¿?, nunca las había visto,  y de hecho cuando he hablado alguna vez con algún monje budista, siempre les pregunto porque Buda no se ha reencarnado nunca en mujer y porqué no hay monjes mujeres… a la segunda todos me decían que sí que había, pero yo nunca había visto hasta ahora. A la primera pregunta todavía no me han contestado… “razonadamente”.
Como dice Estefi, es curioso que en menos de 24 horas hayamos pasado de Amritsar, el centro mundial  de los “Sij”, donde los seguidores de esta religión se dejan crecer todo el pelo posible que tienen… y ahora estamos en el centro budista del mundo, donde los monjes y las monjas se rapan todo el pelo…parece que lo único que les une es que no hay ninguna condición para entrar en sus templos, todo el mundo es bien recibido. (en cambio, a muchos templos musulmanes y algunos hindúes, no siempre se puede acceder si no

 eres de su religión)
Pues volviendo al tema, nunca había visto monjes budistas mujeres y en el monasterio del complejo del Dalai Lama hay un montón y por las calles de Mcleod Ganj, también. Llevan la cabeza rapada como los hombres y también visten las típicas túnicas rojizas que los hombres. (el color de las túnicas depende de los años que lleven estudiando: los jóvenes van de rojo y algo amarillo, hasta los mayores que van de rojo y algo azulado. Recuerdo que por ejemplo los que van meditando y peregrinando son los que van de color ocre)

Pues aquí no solamente ha sido la primera vez que veo monjas budistas, si no que ha sido la primera vez que veo un monje joven occidental, y era una chica! Intentamos hablar con ella, pero la pillamos meditando y en ese momento no pudo atendernos… 

Después de la obligada foto en la puerta de la casa del Dalai Lama, al lado del “patio del colegio” donde debaten los monjes, nos dimos un precioso paseo alrededor del complejo del Dalai Lama donde hay miles de banderas de oración colgadas de los árboles, que bonitas son! Allí va la gente local a rezar mientras pasean alrededor del complejo.
Hoy por la mañana hemos ido prontito con la fresquita andando al “Pueblo de los niños tibetanos” a 3 kilómetros de Mcleod Ganj. Ha sido una experiencia increíble. Allí viven más de 2.000 niños refugiados del Tibet que trajeron en su día algún familiar, amigo, abuelos, o incluso los mismos padres, que pudieron escapar pasando la frontera (en la que actualmente siguen “desapareciendo” tibetanos al intentar cruzarla de China a Nepal o de
 China a India)
El enorme complejo que es el “Pueblo de los niños tibetanos” se mantiene gracias a donaciones extranjeras, y la verdad es que lo tienen muy bien montado. Nos hemos presentado a primera hora y nos han recibido con los brazos abiertos, hemos llegado antes incluso que los profesores... 

 Una chica nos ha dado una vuelta por todo los edificios e incluso hemos entrado a ver las clases de los niños de infantil, las habitaciones donde duermen, hemos visto y jugado (no todo lo que hubiéramos querido, la verdad) con los niños que estaban en los recreos o por los pasillos, pero no dejan entrar en las clases de los de primaria, porque parece ser que son tantos los extranjeros que vienen a ver el centro que distraerían muchísimo a los niños. Y efectivamente cuando hemos acabado la visita, eran muchos los guiris que subía en tuc-tuc o andando desde Mcleod Ganj.
 
Me parece que este va a ser el punto más alto del viaje. Ahora nos toca ir bajando hacia Delhi. Antes tendremos una visita obligada al centro de meditación al que fueron los Beatles en los sesenta, en el pueblo de Rishikesh (nos hace muchísima ilusión a Estefi y a mí) y a la famosa ciudad de Varanasi. Pero eso será en las próximas entregas…
PD1: Nos hemos encontrado muchas veces por esta zona norte de la India un cartel con la cara de un niño pequeño que parece ser desapareció hace mucho tiempo… por fin hemos sabido de quién se trata: el que parece ser es la reencarnación del decimo primer “Ponchen Lama”. Se le vio por última vez a manos del ejército chino en 1995 a la edad de 10 años…


PD2: Parece que aquí hay un juego muy típico al que mucha gente juega y que no conocíamos, hasta que ayer había un grupo jugando y nos acercamos a charlar con ellos. Se trata de una especie de billar, pero que se juega en un tablero y en el que hay que introducir en los agujeros en vez de bolas, fichas, como las de las damas. Y hay que dispararlas con el dedo. “Yo he jugado muchísimo en la torre cuando era pequeño a las chapas… seguro que se me da genial y les gano!!!”… menuda paliza me dieron…




6 comentarios:

  1. Hola chicos :

    El juego se llama Carrom. Diverridisimo.Solo vale usar una mano para lanza. Siempre la misma.
    Mas Info : http://boardgamegeek.com/boardgame/5072/carrom

    Es mi primer comentario pero os sigo desde ele primer día. Seguid disfrutando.

    Un abrazo fuerte y nos vemos en alguna carrera de esas...

    Ignacio

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  2. Nacho eres un crak! Efectivamente ese es el juego al que sufri una buena paliza... aqui no lo llaman asi pero desde luego es ese.
    1 fuerte abrazo tio!!!
    Nos vemos a la vuelta en alguna carrera, pero a ver si es verdad!

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  3. Chicos, qué maravilla todo lo que están aprendiendo, conociendo... abriendo los ojos y la mente!!! Seguro que esta realidad obrará en Uds....
    ¿A qué no saben quién soy??? La madrina de Estefi, marta. Disfruten y compartan!!!
    un abrazo!
    marta elías

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  4. Hola Marta. Muchas gracias por entrar en el blog, que sorpresa para Estefi!!! A ver si volvemos por Quilpue, que me tratasteis MUY bien. 1 abrazo para Alfredo. Besos de parte de los dos.

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  5. Visitas más orfanatos que monumentos... te has parado a reflexionar por qué alguna vez???

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  6. jajaja .Lao, voy pensando la respuesta y te contesto a la vuela, ok?

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