miércoles, 22 de agosto de 2012

Nº 15: MANALI, ACTIVIDADES DE MONTAÑA “A LO INDIO”.





Llegamos a Manali de madrugada en un bus desde Daramsala. Realmente ha sido el peor viaje en bus que hemos cogido en nuestra vida… no es que el bus fuera malo, es que la carretera era horrible y llena de curvas, y de baches, y teníamos por conductor al Carlos Sainz de la India. No había quien durmiera, en cambio si hubo quién vomitó… el tío era local y el pobre se pasó el viaje (desde las 9 de la noche, hasta las 4:30 de la madrugada) con la cabeza fuera de la ventanilla… menudo viaje! A veces era imposible mantenerse si quiera sentado en tu propio sitio, salías disparado…te dabas golpes con todo lo que te rodeaba. Venían en el bus dos españoles (un chico y una chica) que habíamos conocido en Daramsala y por lo menos nos echamos unas risas cuando el bus paró en un “área de servicio” a “cenar” a las 11 de la noche. Íbamos todo el bus despierto dándonos golpes contra las paredes, contra el asiento del de adelante… 

ninguno podía dormir, incluidos los locales, excepto un grupo de japos, que pudieron dormir, en posiciones inverosímiles… que tíos. Llegamos de madrugada a Manali, sin nada reservado ¿Qué sería de los viajes “a tu bola” sin la ayuda de los “tuc-tuc”? Es verdad que son muy pesaos y te intentan cobrar más del doble por una carrera, pero a esas horas de la madrugada, si encuentras un tuc-tuc que te lleva al Hostel de un amigo suyo, y si encima está lloviendo y el Hostel no está mal y es barato… ¿Para qué hace falta la Lonely planet? Si hay tuc-tucs en la ciudad a visitar, todo está hecho! (también hay que contar con los que a esas altas horas de la madrugada te intentan dar gato por liebre, que también los hay… y muchos…) Yo conocía de oídas la ciudad de Manali, me había dicho mi amigo ladakhí “Stanzin Satza” que era la ciudad de acceso al antiguo reino de Ladakh. “Sólo” dos días en un bus con interminables y tortuosos caminos y altísimos precipicios separan la capital de Ladakh, Leh, de Manali.

Y ésta ha sido la razón por la que Stanzin no ha podido finalmente venir a vernos a Manali. No se puede permitir estar 4 días en total sin trabajar en los trekking para venir a vernos… encima el tiempo está tan mal, que hay desprendimientos en la carretera… que mala suerte, en otra ocasión nos volveremos a ver Stanzin... Bueno, pues Manali no es para nada como me la imaginaba. Pensaba que sería como Ladakh, un “desierto montañoso“ rodeado de enormes montañas, sin un solo árbol y preciosos templos budistas en sus colinas, con paisajes realmente sobrecogedores. Pero no, Manali es para esta parte del Himalaya, lo que “Chamonix” es en los Alpes, la ciudad de acceso a los Alpes y a las actividades de montaña. Como Chamonix, Manali es increíblemente verde, está situado en el lado verde de los himalayas, donde las coníferas pueblan todas las laderas.

 También desde aquí puedes hacer cualquier actividad de montaña “a lo indio”, incluido skí.   No es que sea una ciudad en plan lujo, evidentemente no es así, sigue habiendo mendicidad por las calles y se trata de una pequeña ciudad de la India (con lo que eso conlleva) pero por lo menos están de obras en el pueblo, que eso ya es mucho... Están poniendo “adoquines” en el centro de la pequeña ciudad. Se ve

que hay movimiento de dinero. Puedes ver agencias de actividades con esquíes colgados a la entrada, tiendas de material de ski y de montaña. Esto está lleno de grindis de pasta, se ve en la apariencia de los turistas indios (y en que abarrotan los restaurantes y bares caros) y también, en los enormes y bonitos chalets que te encuentras de vez en cuando en el valle. Lo que no cambia son los bonitos monasterios budistas que hay por la ciudad, y la sencillez de sus monjes y de la

gente que aquí habita. Nos está pasando como en todas las zonas montañosas que estamos visitando, no vemos las cumbres de las montañas que nos rodean (y como me “joroba”…) es lo que tiene el monzón. Pero por lo menos no llueve mucho y vemos parte de las enormes y verdes montañas y los valles en los que se encuentran. Es como pirineos, pero multiplicado por 1000.

Realmente esto es gigante: los ríos, las laderas de las montañas, los desfiladeros, las interminables paredes de roca… todo está a otra escala. En cuanto a los guiris, podíamos decir que Manali (o mejor dicho la zona de “Old Manali”, donde están los alojamientos baratos y donde nos juntamos todos los mochileros) se podría llamar “Mochilandia”, por la cantidad de mochileros que hay y los bares con música occidental y menús repletos de pizzas y hamburguesas que te encuentras. Habíamos leído que en Manali es muy típico consumir una especie de “costo” indio, llamado “Charas”, el hachís de la zona, que por cierto está prohibido, pero aquí vienen los mochileros y los grindis jóvenes a colocarse todo el día... Y nada más levantarnos el primer día, compartimos mesa de desayuno con un guiri que se está fumando un petardo de un tamaño que no había
visto antes. Parece que este tipo de porro se fuma con una especie de cartón a modo de porro gigante… Ayer cenamos en un bar típico de guiris mochileros, con música trance y todo el mundo dándole al “Charas”. (ah! y viendo el Madrid-Valencia por la tele… la primera y la última vez que nos metemos en un sitio de mochileros fumetas, mejor los restaurantes indios que tanto nos gustan!) Como digo, las actividades de montaña están ofertadas por todos lados en Manali, entre ellas: parapente, rafting, trekking, quads, descenso en bicis de montaña, esquí (sólo en invierno, ahora no hay nieve tan cerca, hay que irse al interior del Himalaya  para verla)

Nosotros viendo el caudal y la fuerza de los ríos (y los destrozos que hacen con los puentes que se encuentran a su camino) y que no queremos tener percances con la bici, ni con los quad, ni con los “paracaídas indios”, decidimos irnos de trekking a nuestra bola. Preguntamos al chico de Hostel como ir a la estación de ski “Solang Nuhla”, donde parece que se hacen muchas de las actividades de montaña y cuyo “paseo” (30 kilómetros, ida y vuelta) también lo ofertan en plan Treking desde Manali las “agencias” de viajes. “Pero para que vamos a contratar un trekking si preguntando a la gente local que nos encontremos por el camino es suficiente?”. Y la verdad es que así fue, no nos hizo para falta ningún guía para visitar los pueblos que hay

 antes de la estación de skí, y encontrar el camino. Estuvo genial!!! la gente es encantadora!.

 Ahora, eso sí, tuvimos que hacer autostop en el tramo final para llegar hasta la estación de Ski, llegamos un “pelín” cansados. Nos paró un instructor de parapente que salta con clientes en la zona de la estación de ski. Cuando llegamos, menudo espectáculo!!! Se trata de una pequeña estación de Ski en invierno y que la aprovechan en verano para saltar en parapente de “a dos” desde lo alto de una colina y aterrizan en medio del gentío que espera abajo y mira alucinados el vuelo. También puedes contratar un descenso en una bola de goma dando vueltas como un loco bajando por la ladera. Para no llegar cansado a la zona de despegue, puedes alquilar un burro que te suba la pequeña ladera, lo mejor es ver a cientos de grindis saltando en parapente en un vuelo de no más de 1 minuto, o tirándose con las enormes pelotas de goma, o subir la pendiente de la colina a lomos de un burro en tacones y con el sari puesto…Ah! Y ni rastro de guiris! Allí seríamos no más de 15 por los cientos de grindis, ya me imagino donde estarán…

Al día siguiente visitamos el pueblo de Vashisht, muy cerca de Manali,donde hay un par de templo Hindús, unas termas naturales donde la gente del pueblo se da baños, lava la ropa… y también hay una cascadas en la parte alta de la montaña realmente bonitas.

Y esta vez tampoco necesitamos un guía para la caminata, justo cuando no sabíamos por donde era el camino llegamos a una casa de la que salió un enorme San Bernardo con otro perro “amigo” suyo y literalmente nos guió a las cascadas. A cada 15 metros paraba y nos miraba, que tío más grande!!!






PD 1: Este es un mapa en el que se puede ver el recorrido que llevamos realizado y lo que nos queda, que ya no es mucho…



PD 2: A la vuelta del trekking de 30 kilómetros no quedó otra que hacer autostop… “15 Km de vuelta son muchos kilómetros y aquí la gente es encantadora, así que seguro que nos llevan”, y nos paró primero un señor que nos acerco hasta donde pudo, y luego una “ranchera”. Así que nos subimos a la parte trasera, y como “marajás”. (así cualquiera va de trekking)
















3 comentarios:

  1. Chicos me alegro muchisimo de que esteis disfrutando, menuda rutita mas maja que os hicisteis. Un besote

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  2. Juancho ya tengo el plan pensado. Voy a decir en el cole que has tocado una vaca y que te han detenido y que no te sueltan hasta que te crezca la barba hasta los tobillos. Así puedes llegar mas tarde. Estefi los sueños han mejorado, resulta que Forrest me pilla y nos ponemos a hablar, es un tio muy majo y además le entiendo: que ilusión. Lo que pasa es que cuando me he despertado me he puesto a pensar y he llegado a la conclusión que no es que yo haya aprendido inglés es que el habla español!!!! Que desilusión!! Un abrazo a los dos. Que envidia me dais!!

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  3. - Lola!!! que bueno verte por aqui, cuando nos vamos a Dublin???
    1 besazo.
    - Alberto... jajajajajaja, es una muy buena idea!!! Crees que funcionara? Lo que te hubieras reido con estos indios macho... son la tela, ya te contare en dos semanas. 1 abrazo tio.

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